Parashat Ha-Shavua: Nitzavim/Vaielej -פרשת השבוע: ניצבים/וילך
del Rab. Ari Oliszewski
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del Rab. Ari Oliszewski
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LETAKEN OLAM VEMALCHUT SH-DAI
Esta semana leemos las últimas dos Parashiot antes de que comiencen los Iamim Noraim. Y no es casual que entre todos los temas que allí se narran, se expongan los conceptos del arrepentimiento y del libre albedrío, los cuales, son privilegios con los que contamos los hombres.
Ya en estos días se ha hablado mucho de nuestro Jeshbón Hanefesh, nuestro balance del alma, y de la posibilidad de elegir entre el bien y el mal. Sin embargo, se nos sigue instruyendo sobre exactamente lo mismo, para que no olvidemos ni un instante de la importancia que tiene en estos días, que podamos reflexionar sobre nosotros mismos, nuestras relaciones, y por sobre todo, acerca de cómo son nuestros actos.
La Torá nos transmite que debemos conocer cuáles son nuestros derechos, los cuales hemos adquirido a lo largo de la historia. Sin embargo, no podemos olvidar que también tenemos muchas obligaciones por cumplir, que siempre estarán vinculadas al privilegio que goza “todo” ser humano, y que es el “el libre albedrío”, la posibilidad de elegir cada uno su propio camino.
El Rambam, sostiene en su libro Mishné Torá, Sefer Hamadá, en la sección correspondiente a Hiljot Teshuvá, que todo hombre es responsable por su actos. Justamente en este sentido el Rambam se basaba en las Sagradas Escrituras, afirmando que D´s le da al hombre la posibilidad que elija, y es el hombre quien se inclina hacia el bien o hacia el mal, nadie nos obliga ni nos insinúa nada.
Somos los seres humanos los que elegimos endurecer nuestro corazón, o solidarizarnos y comprometernos hacia la construcción de un mundo mejor.
Recordar siempre que somos socios en la realización y el progreso de este maravilloso mundo, no está de más traerlo a la memoria en estos días.
Así como cantamos en el Aleinu Leshabeaj, LETAKEN OLAM VEMALCHUT SH-DAI, corregir el mundo bajo el gobierno Divino, esa es una de las mayores misiones que tenemos en esta vida.
Quiera D´s que en este último Shabat de este año 5769, podamos comprender que nos es lícito elegir que hacer, sin embargo no debemos olvidar que no vivimos solos, y que el mundo que D´s nos dio, es para que lo compartamos entre todos los que habitamos este planeta, y así juntos, podamos cumplir con el deseo Divino de disfrutar esta tierra, sin perjudicarnos ni generar un mal estado a nuestros semejantes.
Shabat Shalom Umeboraj
Leshaná Tová Tikatebu Vetejatemu
Rab. Ari Oliszewski
Esta semana leemos las últimas dos Parashiot antes de que comiencen los Iamim Noraim. Y no es casual que entre todos los temas que allí se narran, se expongan los conceptos del arrepentimiento y del libre albedrío, los cuales, son privilegios con los que contamos los hombres.
Ya en estos días se ha hablado mucho de nuestro Jeshbón Hanefesh, nuestro balance del alma, y de la posibilidad de elegir entre el bien y el mal. Sin embargo, se nos sigue instruyendo sobre exactamente lo mismo, para que no olvidemos ni un instante de la importancia que tiene en estos días, que podamos reflexionar sobre nosotros mismos, nuestras relaciones, y por sobre todo, acerca de cómo son nuestros actos.
La Torá nos transmite que debemos conocer cuáles son nuestros derechos, los cuales hemos adquirido a lo largo de la historia. Sin embargo, no podemos olvidar que también tenemos muchas obligaciones por cumplir, que siempre estarán vinculadas al privilegio que goza “todo” ser humano, y que es el “el libre albedrío”, la posibilidad de elegir cada uno su propio camino.
El Rambam, sostiene en su libro Mishné Torá, Sefer Hamadá, en la sección correspondiente a Hiljot Teshuvá, que todo hombre es responsable por su actos. Justamente en este sentido el Rambam se basaba en las Sagradas Escrituras, afirmando que D´s le da al hombre la posibilidad que elija, y es el hombre quien se inclina hacia el bien o hacia el mal, nadie nos obliga ni nos insinúa nada.
Somos los seres humanos los que elegimos endurecer nuestro corazón, o solidarizarnos y comprometernos hacia la construcción de un mundo mejor.
Recordar siempre que somos socios en la realización y el progreso de este maravilloso mundo, no está de más traerlo a la memoria en estos días.
Así como cantamos en el Aleinu Leshabeaj, LETAKEN OLAM VEMALCHUT SH-DAI, corregir el mundo bajo el gobierno Divino, esa es una de las mayores misiones que tenemos en esta vida.
Quiera D´s que en este último Shabat de este año 5769, podamos comprender que nos es lícito elegir que hacer, sin embargo no debemos olvidar que no vivimos solos, y que el mundo que D´s nos dio, es para que lo compartamos entre todos los que habitamos este planeta, y así juntos, podamos cumplir con el deseo Divino de disfrutar esta tierra, sin perjudicarnos ni generar un mal estado a nuestros semejantes.
Shabat Shalom Umeboraj
Leshaná Tová Tikatebu Vetejatemu
Rab. Ari Oliszewski
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