Parashat Ha-Shavua: Balak - פרשת השבוע: בלק
Comentario semanal del Rab. Ari Oliszewski
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Ma Tovu Ohaleja Iaakov Mishknoteja Israel
Esta semana la Torá nos regala aquel relato en el que Balak, rey de los moabitas, le pide a Bilam, un hechicero muy famoso, que maldiga al pueblo de Israel, para así hacerlos desaparecer.
Esta historia, que tiene miles de años ya, a mi forma de ver se asemeja a lo que vivimos día a día.
Son muchos los que pretenden y desean una maldición para el pueblo judío. Cuantos son los que hoy en día, contratarían algún hechicero para hacer que el pueblo judío desaparezca del mapa? La pregunta la dejamos abierta…
Sin embargo, que fue lo que aconteció en el relato bíblico? El resultado obteniendo fue que en lugar de maldiciones salieron de boca Bilam tan solo bendiciones y palabras de alabanzas: “MA TOB HU OHALEJA IAAKOB”, “cuan bellas son tus residencias Oh Iaakob, tus moradas, pueblo de Israel”.
Estas fueron las palabras que pronunció Bilam, en lugar de una agresión hacia el pueblo del libro.
Obviamente que en toda esta historia, esta la ayuda Divina, que hace e hizo que el pueblo nunca este solo, sino que pueda salir adelante.
Ahora bien, yo me pregunto: ¿Cuántos año han pasado desde este acontecimiento, y siguen existiendo aquellos que usan sus palabras para intentar destruir al pueblo judío? ¿Por qué la necesidad de sacarnos de la historia? ¿Qué es lo que tanto molesta?
Lamentablemente el pueblo judío ha tenido que superar una gran cantidad de acontecimientos y hechos que marcaron su historia en base al terror y la destrucción. Pero sin embargo, más allá de observar y sentir de cerca que hay muchos que quieren que desaparezcamos, aquí estamos, siempre unidos, y mirando hacia adelante, hacia el crecimiento, hacia la continuidad de las tradiciones y enseñanzas que nos transmitieron nuestras “Bobes y Zeides”.
Muchas preguntas… pocas respuestas. Sin embargo una que se mantiene pese a todo, y que radica en la responsabilidad que tenemos como miembros de este pueblo milenario, y que es seguir bregando constantemente por la continuidad del pueblo judío.
Ya lo decía Bilam “MA TOVÚ OHALEJA IAAKOV MISHKNOTEJA ISRAEL”, es nuestra misión como pueblo, poder transmitir estas bellezas que tenemos como pueblo. Compartirla, y enseñarlas a nuestros hijos, para que sean ellos, los que en un futuro, ayuden a mantener vivo y activo este pueblo milenario, al cual tanto amamos, y que no nos podemos permitir que desaparezca.
Quiera D’s que en este Shabat Kodesh, podamos reflexionar al respecto de nuestra responsabilidad como pueblo, y así reafirmar nuestro compromiso por la continuidad, y la trasmisión hacia nuestros hijos.
Esta semana la Torá nos regala aquel relato en el que Balak, rey de los moabitas, le pide a Bilam, un hechicero muy famoso, que maldiga al pueblo de Israel, para así hacerlos desaparecer.
Esta historia, que tiene miles de años ya, a mi forma de ver se asemeja a lo que vivimos día a día.
Son muchos los que pretenden y desean una maldición para el pueblo judío. Cuantos son los que hoy en día, contratarían algún hechicero para hacer que el pueblo judío desaparezca del mapa? La pregunta la dejamos abierta…
Sin embargo, que fue lo que aconteció en el relato bíblico? El resultado obteniendo fue que en lugar de maldiciones salieron de boca Bilam tan solo bendiciones y palabras de alabanzas: “MA TOB HU OHALEJA IAAKOB”, “cuan bellas son tus residencias Oh Iaakob, tus moradas, pueblo de Israel”.
Estas fueron las palabras que pronunció Bilam, en lugar de una agresión hacia el pueblo del libro.
Obviamente que en toda esta historia, esta la ayuda Divina, que hace e hizo que el pueblo nunca este solo, sino que pueda salir adelante.
Ahora bien, yo me pregunto: ¿Cuántos año han pasado desde este acontecimiento, y siguen existiendo aquellos que usan sus palabras para intentar destruir al pueblo judío? ¿Por qué la necesidad de sacarnos de la historia? ¿Qué es lo que tanto molesta?
Lamentablemente el pueblo judío ha tenido que superar una gran cantidad de acontecimientos y hechos que marcaron su historia en base al terror y la destrucción. Pero sin embargo, más allá de observar y sentir de cerca que hay muchos que quieren que desaparezcamos, aquí estamos, siempre unidos, y mirando hacia adelante, hacia el crecimiento, hacia la continuidad de las tradiciones y enseñanzas que nos transmitieron nuestras “Bobes y Zeides”.
Muchas preguntas… pocas respuestas. Sin embargo una que se mantiene pese a todo, y que radica en la responsabilidad que tenemos como miembros de este pueblo milenario, y que es seguir bregando constantemente por la continuidad del pueblo judío.
Ya lo decía Bilam “MA TOVÚ OHALEJA IAAKOV MISHKNOTEJA ISRAEL”, es nuestra misión como pueblo, poder transmitir estas bellezas que tenemos como pueblo. Compartirla, y enseñarlas a nuestros hijos, para que sean ellos, los que en un futuro, ayuden a mantener vivo y activo este pueblo milenario, al cual tanto amamos, y que no nos podemos permitir que desaparezca.
Quiera D’s que en este Shabat Kodesh, podamos reflexionar al respecto de nuestra responsabilidad como pueblo, y así reafirmar nuestro compromiso por la continuidad, y la trasmisión hacia nuestros hijos.
Shabat Shalom Umeboraj
Rab. Ari Oliszewski
Rab. Ari Oliszewski
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