El siguiente texto aparece en el Suplemento Especial por Iamim Noraim junto con muchos otros articulos de interes e informacion comunitaria.
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Despues de un año de intensa tarea, de proyectos, de actividades, de cambios y renovaciones, vuelve el mes de Tishrei con toda su euforia. Repasando lo vivido, pareceria que fue ayer cuando nos propusimos encarar el 5769 como un verdadero desafio… Pero fue hace un año.
Desde entonces – y como siempre - la vida comunitaria nos exige compromiso, participacion, esfuerzo y sobre todo, involucrarnos con nuestros ideales y principios de tal forma que a veces perdemos la nocion del tiempo. Por suerte, nuestro luaj ha-shana se convierte en una especie de cable-tierra que sabe marcar el ritmo de nuestro tiempo.
Asi llegamos a otro Rosh HaShana, donde revisamos lo hecho, lo realizado. Es el tiempo de reflexion que nos permite evaluar y autoevaluarnos. Es el momento de la critica pero tambien de la autocritica. Es la oportunidad de corregir errores y apostar a los futuros aciertos. Se trata de una extraña situacion en donde abrimos nuestras cartas sobre la mesa, mezclando el ayer con el mañana, lo que hicimos con lo que haremos, el pasado con el futuro.
Sin dudas, entre slijot, tfilot y teshuva se ubica nuestro presente, cerrando etapas y abriendo nuevos ciclos. En esa estamos. Iamim Noraim no es el final, ni es el principio. Es la continuidad.
En Kehilat Amitai sabemos que alli esta el verdadero desafio: en la continuidad.
Esa en nuestra razon, como esta escrito: "Para nuestros padres y para nosotros, para nuestros hijos y descendientes y para todas las generaciones del Pueblo de Israel..."
Fortalecer nuestro sentimiento de pertenencia, transformar ideales en actos concretos, comprometer nuestra historia con nuestro destino, son algunos de los objetivos que nos mueven a trabajar constantemente, sin parar. No desde hoy. Desde siempre.
Que en este nuevo año nos permita seguir creciendo. Que podamos seguir vibrando en cada encuentro, reencontrando nuestra escencia en nuestro propio lugar.
Que en estos dias de reflexion e introspeccion, los finales y principios le den a nuestra continuidad el lugar que se merece.
Bebirkat Shana Tova, ktiva vejatima Tova.
Desde entonces – y como siempre - la vida comunitaria nos exige compromiso, participacion, esfuerzo y sobre todo, involucrarnos con nuestros ideales y principios de tal forma que a veces perdemos la nocion del tiempo. Por suerte, nuestro luaj ha-shana se convierte en una especie de cable-tierra que sabe marcar el ritmo de nuestro tiempo.
Asi llegamos a otro Rosh HaShana, donde revisamos lo hecho, lo realizado. Es el tiempo de reflexion que nos permite evaluar y autoevaluarnos. Es el momento de la critica pero tambien de la autocritica. Es la oportunidad de corregir errores y apostar a los futuros aciertos. Se trata de una extraña situacion en donde abrimos nuestras cartas sobre la mesa, mezclando el ayer con el mañana, lo que hicimos con lo que haremos, el pasado con el futuro.
Sin dudas, entre slijot, tfilot y teshuva se ubica nuestro presente, cerrando etapas y abriendo nuevos ciclos. En esa estamos. Iamim Noraim no es el final, ni es el principio. Es la continuidad.
En Kehilat Amitai sabemos que alli esta el verdadero desafio: en la continuidad.
Esa en nuestra razon, como esta escrito: "Para nuestros padres y para nosotros, para nuestros hijos y descendientes y para todas las generaciones del Pueblo de Israel..."
Fortalecer nuestro sentimiento de pertenencia, transformar ideales en actos concretos, comprometer nuestra historia con nuestro destino, son algunos de los objetivos que nos mueven a trabajar constantemente, sin parar. No desde hoy. Desde siempre.
Que en este nuevo año nos permita seguir creciendo. Que podamos seguir vibrando en cada encuentro, reencontrando nuestra escencia en nuestro propio lugar.
Que en estos dias de reflexion e introspeccion, los finales y principios le den a nuestra continuidad el lugar que se merece.
Bebirkat Shana Tova, ktiva vejatima Tova.
בברכת שנה טובה, כתיבה וחתימה טובה.
Gustavo Gryncwajg, Rakaz Kehila
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