Vaishlaj - Y envio - וישלח
Comentario y recopilacion de textos: Gustavo Gryncwajg
Comentario y recopilacion de textos: Gustavo Gryncwajg
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Asi como la semana pasada la Tora nos relato la salida de Yacob a Jaran, su estadia en casa de Lavan y su regreso a la tierra natal, esta semana la parasha nos cuenta acerca del reencuentro de nuestro tercer patriarca con su lugar y su gente, entre otros, su hermano Eisav.
Su experiencia en la "gola" marco a Yacob de tal forma que ya nada volvera a ser como antes. El adolescente rebelde, que sonio con una escalera al cielo dio lugar a este adulto responsable, conciente de sus temores y responsabilidades. Yaacob, ahora llamado Israel, intentara reacomodar su vida y la de su familia portando el estandarte que heredo de Abraham y de Itzjak: el monoteismo y su fe en D's.
"Y envio Yacob mensajeros a Eisav, su hermano…Y les encomendo que le dijeran: Asi dijo tu siervo Yaacob, con Lavan he morado, permaneciendo alli hasta ahora…" (Breishit 32:4-5)
Con estos versiculos comienza la parasha. Al respecto, el exegeta Rashi se detiene en la palabra "he morado", en hebreo "garti", encontrando en ella la clave que originara el cambio en Yacob. En guimatria el valor numerico de la palabra "garti" es 613, igual al numero de mitzvot.
Rashi interpreta con esta explicacion que Yacob subraya el hecho de haber vivido con Laban, mas el haber observado los preceptos, lo mantuvo alejado de adoptar las no muy buenas costumbres de su tio. De la misma manera, a lo largo de todos los exilios vividos, los judios supimos moldear nuestra vida en un medio hostil encontrando refugio en nuestra tradicion y preceptos, hacienda de nuestra creencia y fe verdaderos escudos.
Al igual que Yacob, de regreso en nuestra tierra, utilicemos el "garti" que trajimos de la diaspora, ya no como escudo sino como una herramienta, para seguir creciendo, profundizando nuestras raices y desarrollando nuestro ser judio, dia a dia, cada dia